Damos la bienvenida al verano desde una preciosa playa en Toscana, Cala Violina. Este paradisíaco punto de la costa tirrena, debe su nombre al sonido que hace la arena al caminar sobre ella, que recuerda al de las cuerdas de un violín (comprobado).
Y para la playa, bañador y sandalias. Desde pequeña siempre me han gustado los bañadores enteros, que son más cómodos para estar en el agua, y aún ahora suelen ser una opción frecuente para el verano. Otras habituales son estas cangrejeras de silicona que me acompañan en todas mis expediciones playeras desde hace ya 3 años; son muy cómodas y perfectas para caminar o hacer snorkel por zonas rocosas.
¿Vosotros habéis entrado ya en el modo verano?
Bañador: Vintage // Sandalias: De Fonseca // Shorts: Levi’s